El pasado día 27 de este mes, seis millones de ciudadanos apagaron las luces durante “La hora del Planeta”, una iniciativa del Fondo Mundial para la Naturaleza que ha logrado superar todos los récords, ya que, según la organización, se ha conseguido implicar a más de cuatro mil ciudades de 126 países.
En una nota de prensa, WWF ha detallado que estos seis millones de personas, de 200 ciudades españolas suscritas en la campaña, que dejaron a oscuras sus casas suponen un diez por ciento de los hogares.
Asimismo, unos 20.000 ciudadanos salieron a las calles de las ciudades españolas para festejar en penumbra la fiesta del planeta. Para esta organización, “la masiva participación pública y la presencia multitudinaria de millones de personas en las calles, confirma que La Hora del Planeta se ha instaurado ya en el mundo como el movimiento ciudadano de referencia y símbolo de la lucha contra el cambio climático”.
Aunque todavía no se pueden hacer estimaciones oficiales, ha advertido WWF, “más de mil millones de personas apagaron sus luces y se unieron a las propuestas en esa noche mágica en todo el mundo”.
Para Juan Carlos del Olmo, el cual es secretario general de WWF España, “nunca antes en la historia una ONG había movilizado a tantas personas a la vez en el mundo, clamando al unísono para que se tomen medidas urgentes y eficaces contra el cambio climático”. Un mensaje éste que los políticos “no pueden desoír”, ha remachado Del Olmo.
En relación del tema con el artículo tratado anteriormente debemos nombrar el concepto de “Disfunción”, que como bien explica el tema son las consecuencias que aminoran el ajuste del sistema.
En este artículo se observa la “Disfunción narcotizante”, la cual expresa la sensación de control de la realidad y de que la información implica acción o participación social, es decir, efecto de apatía.
Todo ello queda reflejado en el artículo cuando quieren dar a entender que tras los apagones, en este caso el del pasado día 27 de marzo, la situación queda controlada pero ello se debe a la participación social. Gracias a la participación social de la mayoría de los españoles que participaron en este último apagón se ha ayudado a una mejora en el cambio climático y con ello la situación queda más menos, controlada.
En conclusión, la Disfunción narcotizante depende de una participación social para que ello conlleve a un control de la situación.
Por otro lado diremos que también en el artículo aparece una “Función”, que son unas consecuencias observadas que permiten el ajuste de un sistema.
Todo ello tiene relación con la noticia puesto a que el apagón sin los medios no hubiera tenido la repercusión que ha llegado a tener. Con ello queda entendida la importancia de los medios de comunicación.
¿Cuánta importancia puede llegar a tener los medios de comunicación?
¿Es realmente el “apagón” una medida de gran importancia para ayudar al medio ambiente?
¿Para qué ha servido el “apagón planetario?¿Los deberían de hacer más seguidos?
¿La gran repercusión que tendido el apagón se debe a los medios de comunicación?
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