martes, 18 de mayo de 2010

# 25. Televisión pública.

La existencia de la televisión pública queda justificada por la existencia de la televisión privada. Cierto es, al menos en nuestro país, que la primera vio nacer a la segunda, pero precisamente dicho nacimiento reforzó, bajo mi punto de vista, la existencia de la primogénita.

En la actualidad, y siguiendo la línea que marca la teoría crítica, se podría decir que vivimos sumergidos en el mundo que la industria cultural nos ha construido. Un mundo prefabricado en el que también nos encontramos un producto audiovisual prefabricado, serializado y estandarizado, algo que no ha de resultar extraño si tenemos en cuenta que, según Adorno y Horkheimer, es esta una de las características propias de la industria cultural. Así, a pesar de la actual diversificación de canales disponibles, observamos en general parrillas de programación notablemente similares, sobre todo en las televisiones privadas, sometidas al imperativo económico que establece el sistema capitalista imperante. Afirmación a la que nos acercamos al plantearnos, por ejemplo: ¿quien interesa más a las cadenas, los públicos o los anunciantes? Cuando una serie funciona atrae publicidad, pero es que a su vez sin publicidad que la financie no podría funcionar. ¿Por quién se preocupan entonces las cadenas? Por las audiencias, sí, pero como forma de conseguir anunciantes. Los consumidores adquieren así el rol de herramientas al servicio del negocio televisivo, una finalidad utilitaria que los convierte en consumidores manipulados que creen ver lo que deciden que les gusta, obviando que aunque elijan entre A y B, ambas surgen de la misma fuente.  

Dicha realidad, en términos de conflicto social respecto al desequilibrio en la ecuación medios-audiencias, es reproducida a través de la existencia de la televisión pública, justificada en mi opinión por el necesario acceso del público a una oferta televisiva que responda a sus intereses e inquietudes, pudiendo escapar de esa otra televisión en la que sus preferencias son mayoritariamente construidas.

No obstante, esto no implica que la programación de la televisión pública esté hecha a nuestra imagen y semejanza. No creo que la diversidad en su oferta sea equiparable a la visión funcionalista en la que los individuos resultan autónomos y libres frente a unos medios débiles que ofrecen siempre sus productos en base a lo que estos demandan. Aún así, considero que los servicios públicos de televisión reflejan el pluralismo social existente.

Aquí, la programación de TVE la completan 12 canales cuya programación se encarga de cubrir intereses de lo más diversos, por ejemplo: Tendido cero gira en torno al mundo de la tauromaquia, Redes divulga y debate sobre ciencia y tecnología, En lengua de signos informa pensando en personas con discapacidad auditiva, Con visado de calle son reportajes que dan voz a artistas independientes, y El escarabajo verde emite documentales sobre medio ambiente y ecología. Es precisamente este último el que resulta más interesante en mi caso dada la conexión temática con nuestro blog, y es que con presencia en 3 de los 12 canales, se constituye como muestra de la progresiva relevancia que ha ido adquiriendo en los últimos años la preocupación por el medio ambiente. Una conciencia ecológica que ha ayudado a que existan estos programas, programas que quizás a su vez hayan ayudado a que esta conciencia crezca y se mantenga.

En definitiva, sí a la televisión pública.  

viernes, 14 de mayo de 2010

# 24. La televisión pública en la actualidad.

¿Cómo justificar la existencia de servicios públicos en la televisión actual? Quizás esta no sea una pregunta de fácil respuesta. Lo que sí está claro es que existe una gran diferencia entre la televisión pública y la televisión privada. Mientras las cadenas privadas tienen como principal objetivo despertar cierto sensacionalismo en los telespectadores a través del morbo, la televisión pública se marca un objetivo concreto: informar a su audiencia. Y es para esta lo realmente importante es transmitir y proyectar ciertos valores en la sociedad, aunque muchas veces estos valores que se encuentran influenciados por el partido político imperante. Pero desde mi punto de vista, la televisión pública tiene un gran punto a su favor que la diferencia de las cadenas privadas. La forma de transmitir sus mensajes o presentar su información le otorga un alto índice de credibilidad. Por ejemplo, cuando esta ofrece una noticia de apoyo al medio ambiente hace que el público se sienta más responsable de sus actos, que apoye la iniciativa… ¡Creen en ella! Sin embargo, la sociedad actual siente una especial devoción por los denominados “programas basuras”, por lo que resulta difícil para la televisión pública despegar a este público del televisor e intentar inculcarle otro tipo de información; una información con contenidos más educativos y culturales.

Por otra parte, debido al recorte publicitario que ha realizado TVE, se ha abierto un debate sobre cómo va a ser posible financiar la cadena. Y es que gracias a la publicidad, la cadena podía subsanar gran parte de sus gastos. El problema viene dado debido a que al tratarse de una cadena pública el Estado es el gran responsable de los gastos de la misma y, por tanto, ninguna persona o empresa privada puede hacerse cargo de ellos. Pero yo me pregunto, ¿puede el Estado hacerse cargo de la televisión pública? ¿De dónde conseguirá el dinero para poder hacerlo? ¿Llegará el día en el que la televisión pública deje de considerarse como tal e intervengan entes privados en su financiación?

¿Acabaremos siendo nosotros (los ciudadanos) los grandes perjudicados en esta decisión? Mi duda recae sobre la comentada subida de los impuestos y sobre si esta tiene algo que ver con la eliminación de la publicidad en TVE, de que si se ha realizado como solución al aspecto de la financiación de la cadena. Pero me abarca una duda ¿era la publicidad un medio tan perjudicial para la televisión pública? 

# 23. TV pública.

La televisión en general, es esencial en una sociedad ya que ésta conforma las pautas culturales, ayuda a la libertad de expresión y el derecho de información a la vez que transmite valores, información política y es, al fin y al cabo, un instrumento básico de relación de la ciudadanía. En la actualidad, nos encontramos ante dos tipos de televisión, la privada y la pública.

Llamamos televisión privada a aquella que está subvencionada por empresas que pagan para poder emitir sus anuncios (sin estos anunciantes las cadenas por sí solas no podrían subsistir). Estas cadenas, aunque no negamos que sean entretenidas, son poco informativas ya que los programas que predominan son los ”Reality Show” y programas del corazón.

Por el contrario, llamamos televisión pública a aquella que está subvencionada por el estado, es universal y de calidad. Que el estado elimine la publicidad está dando mucho de qué hablar ya que este hecho es un arma de doble filo, porque, en mi opinión, unos pocos anuncios para descansar de una película, por ejemplo, siempre vienen bien. Pero volviendo al tema, es una buena idea suprimir la publicidad para que el receptor no pierda el hilo de lo que está viendo y acaba en cierta medida con la posibilidad de cambiar a una cadena privada, que en definitiva es su mayor competencia.

Es un servicio con una programación diversa y equilibrada para todo tipo de públicos, cubriendo todos los géneros destinados a satisfacer las necesidades de información de la sociedad, y contribuyendo así a su formación cultural, a la educación y al entretenimiento

La función de estos servicios públicos es la producción de contenidos y la difusión de canales generalistas y temáticos tanto en el ámbito nacional como internacional, orientados siempre a la formación e información de la sociedad. Es un servicio necesario para reproducir la actualidad, para mantener un equilibro en la sociedad ya que funciona como un mecanismo de transmisión simbólica de una forma de ver la realidad y también de construirla. Función, en definitiva, de mediar con la realidad social, que nos ayuda a entender mejor lo que está pasando y poder afrontar cambios y solucionar problemas.

Por eso, en el caso del medio ambiente, éste ha dejado de ser algo privativo de algunos especialistas y comienza a atraer la atención del gran público, ya que es un tema que nos engloba a todos.

En conclusión, la televisión pública, se esté equivocando o no al eliminar la publicidad, nos transmite una serie de valores y nos informa, que de eso se trata la comunicación. Debe  informar de forma objetiva aunque en más de una ocasión esto no se consiga, podemos observar como claro ejemplo Canal9, pero en más de una cadena siempre asoma la manga un partido político. Pero la base de estas cadenas es la información sobre temas realmente importantes y que afectan de verdad a la sociedad. Pero hay que tener en cuenta que cadenas como TVE han tenido un papel muy importante en nuestra sociedad desde inicios de la televisión, y que poco a poco todas las televisiones se están viendo manipuladas por poderes políticos y económicos.

jueves, 13 de mayo de 2010

# 22. La existencia de servicios públicos de televisión en la actualidad.

La televisión pública está en el punto de mira debido al cambio que se ha dado en su financiación.

La retirada de publicidad en Televisión Española supone el aumento de los beneficios para las cadenas privadas, concretamente para Telecinco y para Antena 3. Ambas cadenas son las principales beneficiarias en el reparto de publicidad de la empresa pública.

A pesar de la retirada de la publicidad en la televisión pública, ésta continúa con su principal objetivo, el cual se basa en dar a sus teleespectadores un servicio de educación junto a un aprendizaje social. Por un lado las personas debemos valorar cadenas como la primera y la segunda de televisión española, las cuales lo que quieren mostrar en su tele transmisión es una calidad y una garantización de información social que no atienda sólo al interés comercial. 

El servicio público de televisión cumple con una lista de funciones, las cuales no las cumplen las televisiones de interés comercial debido a que están amenazadas por el número de audiencia, por ello se emite los programas que hacen a las cadenas comerciales líderes. Esto es lo que se le llama la “tele basura”.

En mi opinión pienso que hay una gran diferencia entre las televisiones públicas y las privadas pero la principal diferencia es que por un lado la televisión pública sólo quiere dar a su telespectador un servicio de interés general, es decir, información educativa y social mientras que por otro lado la televisión privada deja de lado ambos objetivos anteriores y se centra en hacer todo lo posible para que sus programas sean los números uno en la lista de audiencia y si para ello deben de saltarse el turno de palabra, ponerse a bailar o cantar en plena noticia que estén exponiendo lo hacen. Por ello como he comentado la principal diferencia entre ambas se debe a esto, concretamente que una quiere mostrar la información de interés general y social mientras que la otra muestra contenidos que hacen que se posicionen en los primeros puestos de la lista de audiencia.

Para concluir diremos que todo lo mostrado en líneas anteriores me lleva a pensar que sí que está justificada la existencia de un servicio público de comunicación.


¿Desaparecerán a una larga los servicios públicos de televisión?
¿Es preciso que haya en nuestra sociedad cadenas dónde el sensacionalismo no sea quién domine?
¿Qué ventajas nos trae el centralismo de las cadenas privadas?
¿Ha sido buena idea el anular la publicidad en la televisión pública?
¿Cómo deberíamos relacionar todo esto con el tema del medio ambiente?
¿Es bueno para el medio ambiente que no vean publicidad de él en la televisión pública?
Puesto que en la televisión pública hacen más debates, reportajes, documentales… acerca del medio ambiente y dejan de lado mostrar publicidad sobre el tema puesto que han quitado la publicidad ¿Qué le viene mejor al medio ambiente que se hable de él en reportajes, documentales… como se hace en la televisión pública o qué se muestren un mínimo de anuncios publicitarios en las cadenas privadas sin centralizar en el tema?

domingo, 9 de mayo de 2010

# 21. Apagón planetario.

El pasado día 27 de este mes, seis millones de ciudadanos apagaron las luces durante “La hora del Planeta”, una iniciativa del Fondo Mundial para la Naturaleza que ha logrado superar todos los récords, ya que, según la organización, se ha conseguido implicar a más de cuatro mil ciudades de 126 países.

En una nota de prensa, WWF ha detallado que estos seis millones de personas, de 200 ciudades españolas suscritas en la campaña, que dejaron a oscuras sus casas suponen un diez por ciento de los hogares.

Asimismo, unos 20.000 ciudadanos salieron a las calles de las ciudades españolas para festejar en penumbra la fiesta del planeta. Para esta organización, “la masiva participación pública y la presencia multitudinaria de millones de personas en las calles, confirma que La Hora del Planeta se ha instaurado ya en el mundo como el movimiento ciudadano de referencia y símbolo de la lucha contra el cambio climático”.

Aunque todavía no se pueden hacer estimaciones oficiales, ha advertido WWF, “más de mil millones de personas apagaron sus luces y se unieron a las propuestas en esa noche mágica en todo el mundo”.

Para Juan Carlos del Olmo, el cual es secretario general de WWF España, “nunca antes en la historia una ONG había movilizado a tantas personas a la vez en el mundo, clamando al unísono para que se tomen medidas urgentes y eficaces contra el cambio climático”. Un mensaje éste que los políticos “no pueden desoír”, ha remachado Del Olmo.

En relación del tema con el artículo tratado anteriormente debemos nombrar el concepto de “Disfunción”, que como bien explica el tema son las consecuencias que aminoran el ajuste del sistema.

En este artículo se observa la “Disfunción narcotizante”, la cual expresa la sensación de control de la realidad y de que la información implica acción o participación social, es decir, efecto de apatía.

Todo ello queda reflejado en el artículo cuando quieren dar a entender que tras los apagones, en este caso el del pasado día 27 de marzo, la situación queda controlada pero ello se debe a la participación social. Gracias a la participación social de la mayoría de los españoles que participaron en este último apagón se ha ayudado a una mejora en el cambio climático y con ello la situación queda más menos, controlada.

En conclusión, la Disfunción narcotizante depende de una participación social para que ello conlleve a un control  de la situación.

Por otro lado diremos que también en el artículo aparece una “Función”, que son unas consecuencias observadas que permiten el ajuste de un sistema.

La Función que queda plasmada en el artículo, que aparece en líneas anteriores, es la “Función otorgada de status”, la cual se basa en la importancia social de la presencia en los medios, instrumento de cohesión y jerarquía.

Todo ello tiene relación con la noticia puesto a que el apagón sin los medios no hubiera tenido la repercusión que ha llegado a tener. Con ello queda entendida la importancia de los medios de comunicación.


¿Cuánta importancia puede llegar a tener los medios de comunicación?
¿Es realmente el “apagón” una medida de gran importancia para ayudar al medio ambiente?
¿Para qué ha servido el “apagón planetario?¿Los deberían de hacer más seguidos?
¿La gran repercusión que tendido el apagón se debe a los medios de comunicación?

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