viernes, 25 de diciembre de 2009

# 06. No hagas hoy lo que puedas hacer mañana.

Las expectativas creadas hace dos años en Bali respecto a la reciente Cumbre de Copenhague parecen haber resultado tristemente excesivas. Aún así, hay quien sigue intentando evitar tacharla de fracaso, incluso cuando los resultados apuntan de forma evidente hacia esa dirección.


Tanto los grupos ecologistas como la mayor parte de los países asistentes consideran que el acuerdo al que se ha llegado es insuficiente, y de hecho, lo es, puesto que no sólo no se ha conseguido lo que se buscaba, es decir, un acuerdo político que sustituyese al de Kioto y en el que se recogiese la actuación responsable de los países para afrontar el problema del cambio climático, sino que además se han desdibujado algunos de los compromisos ya consensuados, como la reducción de las emisiones de CO2 en un 50% en el año 2050.


Esta generalizada decepción ha sido ampliamente reflejada durante estos días en los diferentes medios, pero creemos haber detectado a su vez cierto conformismo por parte de algunos de nuestros representantes políticos que, en nuestra opinión, únicamente contribuye a sembrar la falta de confianza de los ciudadanos en la capacidad de actuación de sus gobernantes. Por ejemplo, la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, se mostraba contenta por el acuerdo "in extremis" de mínimos al que finalmente se llegó, y declaraba: 


No es tan ambicioso como esperábamos, pero bienvenido sea. 


O dicho de forma coloquial, "algo es algo". Sin embargo en este caso, ante un problema de tal magnitud, "algo" no es suficiente. Todos lo sabemos y sabemos que todos lo saben, pero a la hora de la verdad, no percibimos que ese supuesto se cumpla. Lo cierto es que dicha magnitud es a la vez motor y freno de las soluciones, su gravedad reclama medidas conjuntas, pero su amplitud global dificulta la adopción de las mismas. Claro que también es cierto que ese necesario espíritu de colaboración queda relegado a un segundo plano al entrar en juego los intereses nacionales de cada país, tal y como ha ocurrido en Copenhague. Las discrepancias siempre son de esperar, y en este caso eran latentes ya desde las reuniones preparatorias a la cumbre. ¿El resultado? Un fracaso que no sorprende y que, a nivel general, ha sido rápidamente asumido. Si hoy buscásemos en los medios noticias relacionadas, lo más probables es que únicamente encontrásemos información sobre el caso de Juan López de Uralde, director de Greenpeace España, detenido desde el día 16 por irrumpir con pancartas en la recepción oficial de los 120 Jefes de Estado. Con esto no negamos la importancia del suceso, simplemente pretendemos recalcar la falta de constancia sobre un asunto de absoluta trascendencia ya que en Copenhague nos jugábamos mucho y lo único que hemos ganado han sido nuevas fechas en las que focalizar una esperanza que el paso del tiempo se va comiendo. 


¿Qué esperabais de la Cumbre de Copenhague?
¿Creéis que se puede lograr un compromiso real a nivel internacional?
¿Creéis que todavía se está a tiempo de frenar el cambio climático?




______________________________________________________________
Enlaces

No hay comentarios:

Publicar un comentario